Lucas Escalante, de 30 años, quien estaba detenido en la Comisaria de Concepción de la Sierra murió el pasado 13 de noviembre,  tras sufrir una descompensación dentro de la celda donde permanecía hace 10 días.

El hecho es investigado por el Juzgado de Instrucción nº4 de Apóstoles, cuyo titular, el magistrado Miguel Ángel Faría, ordenó que las pericias del caso sean realizadas por agentes de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA).

Pese a que la autopsia determinó que el joven murió por “causas naturales por una cardiopatía congénita, sin signos de violencia”, vecinos y familiares denunciaron en las últimas horas maltratos sufridos por el joven mientras estaba bajo custodia policial. Apuntan a un efectivo policial conocido en el pueblo y sostienen que siempre ejerce violencia con los detenidos. A su vez, la familia asegura que la víctima tenía una relación conflictiva desde hace mucho tiempo con el uniformado.

En diálogo con Radio Up José Luis Escalante, padre de la víctima, manifestó su dolor y afirmó que su hijo no murió como determinó la autopsia: “En el acta dice muerte súbita y pero Lucas tienen la nariz tiene quebrada, tiene todo morenotes en la espalda, quiero saber si es posible hacer una nueva autopsia porque no estamos conforme con lo que hicieron acá”, expresó Escalante.

“Es un dolor inexplicable y no creemos en lo que hizo la justicia acá porque está muy golpeado mi hijo, le rompieron todo”, sentenció el progenitor.

Para terminar, el padre de Lucas informó que el próximo martes debe presentarse en fiscalía junto a otras personas que fueron citadas a declarar y agregó que hasta el momento nadie se acercó a la familia, salvo el pueblo que respalda la versión del asesinato: “Nadie se acercó a la familia, ni los policías ni funcionarios, solo el pueblo nos acompañó en la marcha pidiendo justicia por Lucas”, concluyó.