El ahora exdiputado misionero, Germán Kiczka, acusado de pedofilia, se presentó ayer ante la Justicia. En su comparecencia, el dirigente de Activar negó las acusaciones de fuga y aseguró que la computadora encontrada en la casa de su padre, la cual contenía material de explotación sexual infantil, no era suya.

Este jueves 12 de septiembre, el todavía legislador provincial fue trasladado de la Unidad Penal de Cerro Azul al Juzgado de Instrucción N°4 de Apóstoles, en una camioneta del Servicio Penitenciario provincial.

Durante su testimonio, que se extendió por más de tres horas, Kiczka afirmó que la netbook en cuestión pertenecía a su hermano Sebastián, quien también está detenido por los mismos delitos. En el dispositivo los investigadores habían encontrado material que incluía actividad sexual, de incesto y zoofilia.

Asistido por su abogado defensor, Gonzalo de Paula, el imputado no contestó preguntas. Se lo acusa de haber compartido a través de programas P2P al menos 603 videos y fotos asociados a explotación sexual infantil.

Ante el juez Miguel Faria, también desestimó las pruebas en su contra y sostuvo que se había figado sino que había estado en un retiro espiritual para evitar el asedio mediático.