Política

El crudo testimonio de un estudiante de Ingeniería: “Si no defendemos la Universidad Pública en este momento, quizás no haya dónde seguir estudiando”

Lo planteó Carlos Ramírez, un estudiante del cuarto año de la carrera que se brinda en la UNaM en la ciudad de Oberá. “No es fácil funcionar en este panorama de incertidumbre en el que no sabés si vas a seguir teniendo insumos de laboratorio, si vas a poder seguir desarrollando tu proyecto de investigación, si te vas a poder seguir formando como profesional”, confió el estudiante, añadiendo que muchos compañeros debieron dejar sus estudios para dedicarse a trabajar y que muchos maestros deben conseguir otros empleos porque no les alcanza para vivir.

Miércoles, 16 de octubre de 2024 - 8:43 hs.
El crudo testimonio de un estudiante de Ingeniería: “Si no defendemos la Universidad Pública en este momento, quizás no haya dónde seguir estudiando”

La situación de la Facultad de Ingeniería de Oberá, como ocurre con el conjunto de las facultades de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) y de todas las universidades del país, es crítica producto del veto del presidente anarco-capitalista Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, medida que fue respaldada por 85 diputados nacionales, entre ellos, los misioneros Martín Arjol, Florencia Klipauka y Emmanuel Bianchetti –que votaron a favor del veto– y los renovadores Carlos Fernández, Alberto Arrúa, Yamila Ruiz y Daniel Vancsik –que se abstuvieron en la votación del pasado 9 de octubre–.

El desfinanciamiento de las facultades, que afecta a los programas sociales para asistir a los estudiantes y a los salarios de los docentes, impacta negativamente en el funcionamiento de las facultades, incrementando la incertidumbre respecto del futuro de las carreras y acelerando la salida de alumnos y profesores, según se desprende del testimonio de Carlos Ramírez, un estudiante de cuarto año de la carrera de Ingeniería, quien expuso lo que están viviendo en la facultad homónima de Oberá, en diálogo con LT4 y Agencia Hoy.

“En vista de la situación, el panorama nacional, estamos teniendo reuniones con nuestros compañeros, estamos teniendo algunas reuniones con directivos y estamos definiendo de qué manera avanzar respecto a todas estas cuestiones. Nuestros vecinos, la gente de la Facultad de Arte (de Oberá), tuvieron asambleas y decidieron hacer tomas simbólicas y vigilias. Estamos también nosotros definiendo de qué manera avanzar, más o menos yendo por el mismo lado”, confió Ramírez sobre las medidas de fuerza que está tomando la comunidad universitaria, en repudio al veto a la Ley de Financiamiento Universitario –que fue apoyada en agosto por 5 de los 7 diputados por Misiones, ninguno de los cuales votó contra el veto de Milei.


Consultado sobre la situación actual de la Facultad de Ingeniería de Oberá, el estudiante aclaró que es idéntica a la que atraviesan las demás facultades que dependen de Universidad Nacional de Misiones. “Estamos (con) esta situación de recorte presupuestario tanto en ciencia como en la parte educativa también. Nosotros tenemos dentro de la facultad muchos laboratorios, un área muy fuerte que se dedica a la ciencia de la investigación y al desarrollo de la tecnología también. Se está viendo desfinanciado dentro de todos estos paquetes de recorte presupuestario que vienen que vienen arriba”, puntualizó Ramírez.

Respecto de la situación de los estudiantes de Ingeniería, Ramírez aseguró que muchos debieron dejar sus estudios afectados por la crisis económica y el recorte en políticas de asistencia, como el comedor universitario. “Este fue el año en el que más tardó en abrirse nuestro comedor universitario y eso se vio reflejado fuertemente en la economía de muchos de los chicos. Muchos tuvieron que salir a trabajar y algunos tuvieron incluso que, hasta dejar la facultad, para trabajar. Son personas que no sabes si van a volver o no a seguir estudiando”, advirtió Ramírez.

Por otra parte, “nosotros la carrera de ingeniería por lo general solemos tener muchísimas visitas técnicas a lugares de trabajo porque el ingeniero necesita tener un contacto con el campo laboral. Y eso, este año, está recortado muchísimo. Se cortaron casi todas las visitas técnicas y las que se hacen son por financiamiento propio de los estudiantes, prácticamente”, reveló Ramírez.

En tanto, el estudiante remarcó que “la falta de actualización del presupuesto universitario (congelado por Milei) en los salarios, se reflejaba en que muchos docentes que dan clase dentro de la facultad, dentro de la universidad, tienen que buscar el trabajo afuera también. Eso disminuye la cantidad de horas que están en el aula y por lo general hace también que estén faltando docentes en algunas asignaturas y se tenga que salir a buscar alumnos adscritos, ayudantes”, precisó Ramírez sobre los efectos del veto de Milei a la ley que reasignaba partidas del presupuesto en ejecución, sin crear gastos nuevos, que tenía un costo fiscal del 0,14% del PBI.


En un mensaje a las autoridades gubernamentales, Ramírez planteó: “la ley de financiamiento universitario es necesaria. Todas las universidades, todas las facultades necesitan poder planificar sus actividades y necesitan tener la certeza de contar con esa economía para siempre funcionando”, sostuvo.

“No es fácil funcionar en este panorama de incertidumbre en el que no sabés si van a seguir abiertas las puertas de la facultad, si vas a seguir teniendo insumos de laboratorio, si vas a poder seguir desarrollando tu proyecto de investigación, si te vas a poder seguir formando como profesional. Es una incertidumbre que nos afecta a todos, nos pone, en un panorama bastante complicado”, describió Ramírez, quien además, cuestionó la falacia difundida desde el gobierno nacional y sus aliados del PRO y Activar en Misiones, respecto a las auditorías sobre las universidades públicas.

Al respecto, Ramírez explicó que ese discurso que sostiene que “las facultades no quieren ser auditadas, es algo sembrado, algo que está mal dicho en realidad: el 90 por ciento del presupuesto universitario son salarios docentes y el 10 por ciento son gastos de funcionamiento. (Y) el 90 por ciento que se le transfiere a los docentes, justamente se le transfiere cada una de las cuentas y el 10 por ciento de los gastos de funcionamiento se audita, se encarga de la Auditoría General de la Nación (AGN)”, precisó.

“En este año no se está auditando, pero porque (el Congreso y el gobierno) no designaron a los responsables para la AGN. Entonces, es como que hay todo un discurso plantado en la sociedad que (la) pone en contra de la educación pública. (Pero) la educación pública es lo mejor que tenemos como argentinos y es algo que no debería tener gente en contra”, sostuvo el estudiante.


Por último, Ramírez dejó un mensaje para los demás estudiantes de la Facultad de Ingeniería, que se verán implicados en las medidas de fuerza de estudiantes, docentes y no docentes. “Estamos en una situación complicada, aparentemente se vienen en tiempos difíciles y que la idea nunca es perjudicarlos a ellos ni perjudicar a nadie, y tampoco afectar el normal desarrollo de las clases o actividades. Pero en el caso de que necesitemos manifestarnos, (pedimos) que se sumen, que nos ayuden a defender nuestra facultad, nuestra universidad”, expresó el estudiante.

“Si no defendemos (la universidad pública) en este momento quizás no haya donde seguir cursando, no haya donde seguir estudiando”, sentenció Ramírez.