El Gobierno hizo oficial este jueves el aumento de las tarifas de la energía eléctrica para los hogares, comercios e industrias de todo el país, que ronda el 14% y se aplicará a partir de los consumos de febrero, tal como anticipó en exclusiva El Cronista la semana pasada. La medida es consecuencia de la continuación de la segmentación de los subsidios a las tarifas, que todavía no terminó.
El objetivo del dictado de la Resolución 54/2023 de la Secretaría de Energía es bajar el gasto público en subsidios y acercarse a la meta fiscal comprendida en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que es un déficit primario equivalente a 1,9% del Producto Interno Bruto (PIB).
La suba de la luz es de aproximadamente un 14% en promedio, con porcentajes más altos -de 18% promedio- en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano (Área Metropolitana de Buenos Aires -AMBA-, donde tienen concesión Edenor y Edesur) y más bajos en el Interior de la Argentina. Esto implicaría un incremento de las boletas de entre unos $ 250 a $ 300 por mes.
El impacto será más fuerte en el AMBA ya que las tarifas de la distribución pesan menos sobre la cuenta global. Un 60% de las facturas de los usuarios de Edenor y Edesur se corresponde con el precio estacional de la energía (sobre el que el Estado nacional aplica los subsidios), mientras que cerca de 15% es por el transporte y la distribución eléctrica y un 25%, los impuestos.
A diferencia de lo anunciado el año pasado por el Gobierno, los aumentos de tarifas relacionados a la segmentación no terminarán ahora, ya que los usuarios de nivel 1 seguirán contando con un 29% de subsidios sobre el costo estimado de la energía y no pagarán el precio pleno de la electricidad.
Esta es una sorpresa, ya que el FMI señalaba la necesidad de eliminar los subsidios a los segmentos altos de la población.
Además, los usuarios de ingresos bajos tendrán un aumento no superior al 20% del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) de 2022, cuando estaba previsto que fuera del 40%. Este beneficio del Gobierno se reflejará en subas no mayores al 15-20% para este segmento de los hogares, debido a que la evolución de los salarios promedió el año pasado un 85%.
El Gobierno insistirá en una nueva campaña de inscripción en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), con spots en medios tradicionales (TV, radio, diarios y revistas) y digitales. En los despachos oficiales notaron que todavía hay unos 5 millones de hogares (15 millones de personas) que no accedieron a los subsidios; una parte de ellos podrían calificar para obtener la ayuda del Estado nacional para pagar la luz y el gas.
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