Policiales
Femicidio de Soledad Machuca: se limpió sangre en la escena del crimen y había ADN del acusado en el cuerpo de la víctima
Lo confirmó la abogada Nancy Jara, que representa a la familia de la preceptora asesinada en su vivienda el 25 de febrero último. Pericias confirmaron material genético del acusado, Gustavo Cardozo, en las lesiones de su esposa y los resultados de luminol, complican su situación procesal. En abril, se realizaron pericias psicológicas al policía y presunto femicida.

El femicidio de la preceptora Soledad Machuca (35), por el que está acusado Gustavo Cardozo (37) se encamina hacia la finalización de la etapa de instrucción, con pruebas que complican la situación del policía que fue pasado a disponibilidad: pericias confirmaron que había ADN del hombre en el cuerpo de su esposa, y los resultados de las pruebas de luminol en el domicilio, confirmaron que se limpió sangre en todo el dormitorio.
En diálogo con LT4, la abogada
querellante Nancy Jara, que representa a la familia de la preceptora encontrada
sin vida el 25 de febrero pasado, manifestó que las pruebas que se están
recabando, dan por tierra con las hipótesis de una muerte accidental o de un
asesinato perpetrado por terceras personas. Es decir, se fortalece el planteo
de la acusación que es el del femicidio, agravado por el vínculo.
“Si bien estamos en una etapa preliminar todavía, no podemos afirmar nada con seguridad, pero sí, la cantidad de datos que tenemos, los testigos, la autopsia, el resultado de la pericia biológica, todo nos conduce a que se arrestó a la persona correcta”, expresó la abogada, quien subrayó que la familia está sufriendo una conmoción al comprobarse que Machuca y Cardozo, no conformaban un matrimonio ejemplar, con una “relación de pareja impecable”.
Según Jara, los padres,
hermanos y amigas de Machuca, “que compartían el círculo íntimo con Cardozo, en
un principio, estaban negadas (en negación). Fue muy difícil tener que
mostrarles el expediente y decirles, ‘hay esto’, ‘está lo otro’, ‘esto nos
lleva para este lado’. Ahora fue contundente. La prueba genética dio positiva y
dio positiva en cuestiones estratégicas”, explicó la abogada.
“Los detalles estarán
seguramente al final de la investigación, pero con lo que tenemos, yo creo que
hay herramientas suficientes, por lo menos, para insistir con el pedido de
prisión preventiva”, enfatizó Jara sobre la situación procesal del expolicía que,
en los días previos al deceso de su esposa, buscó en internet sobre “penas
previstas para el femicidio”.
Repreguntada sobre el
resultado de las pericias de ADN, la abogada aclaró que son determinantes en la
causa. “La persona que habita un lugar
deja rastro genético por toda la superficie, por todos lados. Pero no es lo
mismo un pelo en una almohada, que una muestra de ADN en una herida, por
ejemplo. O en prendas de vestir tanto de la víctima como del imputado”.
En un tramo saliente de la
entrevista, se le consultó sobre si se intentó limpiar la escena del crimen y
Jara fue contundente: “Todo nos conduce a pensar que sí. De hecho, hubo
testigos que así lo afirmaron”, dijo Jara.
“Eso repercutió en el
resultado (de las pesquisas) porque se tomaron muchísimas muestras y (en las
pruebas de Luminol) dieron todas positivas para sangre, pero el contenido
genético o biológico de todas no se pudo determinar, porque justamente
estimamos, utilizaron productos como la lavandina”, subrayó la abogada sobre el
intento de encubrimiento del femicidio.
Por otra parte, Jara insistió
en que la carátula de la causa es “homicidio doblemente calificado por el
vínculo y por femicidio. En estos casos uno no puede afirmar nada, falta la
instancia de juicio, pero de terminar de confirmarse (la imputación) vamos a
pedir la pena máxima y estimo que la fiscalía va a hacer exactamente lo mismo”,
anticipó la abogada.
Adentrándose en el proceso
que vivió la familia de la víctima, Jara admitió que fue difícil mostrarles las
pruebas fotográficas que están en el expediente, como la ropa interior de
Soledad, manchada con sangre.
“Ahora están como en una
especie de limbo, tratando de entender que esto nos va a conducir,
efectivamente, a que tengamos esta tutela de la justicia. Pero también entender
que su hermana murió en un contexto de violencia extremo por parte de la
persona que juró cuidarla para toda la vida”, expresó Jara, añadiendo que “si
hay algo que no tenemos dudas nosotros, después de casi 30 testigos, es que
ella (la víctima) lo amaba con locura (a Cardozo)”.
En cuanto a cómo prosigue la instrucción que
lleva a cabo el juez Fernando Verón, la abogada reveló: “va a haber una rueda
más de testigos y seguramente cuando esté el resultado final de la autopsia se
va a dictar la prisión preventiva, estimamos.”
“Eso queda discreción plena
de su señoría. Cuando él considere que están dadas todas las herramientas
materiales para hacerlo, va a dictar la prisión preventiva. Creemos que estamos
muy cerca”, insistió Jara, confirmando que Cardozo permanece detenido, pero sin
que el juez defina sobre si corresponde o no, la prisión preventiva para evitar
la fuga o el entorpecimiento de la causa.
Ratificando que hasta el
momento hay una sola persona imputada, Jara reiteró que la querella busca que
se haga justicia “y las pruebas tanto el cuerpo como la casa nos están llevando
a terminar de cerrar la idea de que el imputado sería el único autor material e
intelectual de esto. Y vuelvo a decir, sería en potencial, porque obviamente
eso lo va a confirmar la justicia”, dijo la abogada.
En tanto, Jara reveló que
varios testigos que declararon en el expediente, aportaron datos que muestran
indicios de que no se trataba de un matrimonio ejemplar. “Hubo testigos,
compañeros de trabajo, gente que no compartía el mismo círculo con Soledad y con
Gustavo, que vieron otras cosas. Vecinos que relataban ciertas cuestiones de
conducta por ahí, patrones de conducta, que eran distintos cuando estaban
juntos que cuando estaban separados”, confió la abogada.
Con respecto al proceso, Jara
manifestó estar muy conforme con la actuación del juez de instrucción N° 3 y de
la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas (SAIC), en un proceso que
lleva 63 días y se encuentra cerca del final, con la posibilidad de la
elevación a juicio contra el acusado.
En otro tramo relevante de la entrevista, Jara confirmó que se le practicó una pericia psicológica al acusado, que, vale recordar, era un agente de la policía, que portaba un arma reglamentaria. “Se hizo un amplio estudio. El examen psicológico llevó tres días aproximadamente. No están los informes todavía, y calculo que es información que se está procesando. Pero se llevó a cabo los primeros días de abril”, detalló la abogada.
El expediente judicial por el
crimen de Soledad Machuca, comenzó el 28 de febrero, cuando la mujer que se
desempeñaba como preceptora del CEP N° 36 y fue hallada sin vida, en su
domicilio del barrio Nosiglia de Posadas. Presentaba un traumatismo de cráneo y
el acusado declaró que su esposa se desvaneció y se golpeó la cabeza al caer al
sueldo. Y argumentó que Soledad presentaba malestares por haber contraído un
virus en un viaje que habían hecho al Brasil
Sin embargo, con el tiempo
empezaron a aparecer pruebas que lo complicaban: señales de estrangulamiento en
el cuerpo de la preceptora. Y la primera autopsia determinó que la causa de
muerte fue un traumatismo craneal con signos compatibles con lesiones previas.
Luego parecieron más pruebas
que complicaron la situación de Cardozo, en dispositivos electrónicos y
testimonios que evidencian indicios de premeditación. La SAIC accedió a
conversaciones del celular del imputado que revelan que, en los días previos al
deceso, había buscado en internet sobre “la deshidratación genera desmayos” y
“penas previstas para el femicidio”.