Economía
Milei bajó la devaluación controlada al 1% pese al repunte de la inflación
El presidente anarco-libertario había dicho que bajaría el crawling peg del 2% al 1% si la inflación daba por debajo del 2,5%, pero marcó 2,7%.

En las últimas horas el presidente ultraderechista Javier
Milei decidió bajar el ritmo de devaluación mensual a la mitad, del 2 al 1%,
golpeado por la suba de la inflación que volvió a acercarse al 3% mensual. El
optimismo con el que se manejaban en la Casa Rosada en torno a la inflación, se
vio derrumbado por el dato del INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y
Censos) que, inclusive, utiliza indicadores que están desfasados y reflejan una
inflación inferior a la real, según diversos economistas independientes.
De acuerdo con el portal LPO, Milei venía argumentando que el
crawling peg del 2% mensual que aplicó es para que el ajuste del tipo de cambio
(con una devaluación 118% de diciembre del 2023) compense en alguna medida la
inflación, la cual iba a bajar del 2% al 1% cuando la inflación mensual se
acerque al 2%.
Acaso ahora razonó en sentido inverso: como la inflación no
baja lo esperado, se reduce la tasa de devaluación para reducir uno de sus impulsores
o motivos subyacentes (la devaluación controlada impacta en los precios de combustibles
y en los precios en general)
La maniobra es inconsistente con el discurso del propio
presidente, que había sido muy claro respecto a la convergencia de las
principales tres variables macroeconómicas: inflación, tasas de interés y
precio del dólar. “Vamos hacia ahí y en ese momento vamos a abrir el cepo”,
repitió en varias oportunidades.
Con respecto a la reducción del “crawling peg” (devaluación
administrada) del 2% al 1%, la semana pasada, Milei anunció que se concretaría
la reducción, “siempre y cuando una inflación por debajo del 2.5% nos lo
permita”.
Su propia meta no se alcanzó, pero igual lo bajó el “crawling
peg” para no reconocer el fracaso de sus proyecciones.
Ahora, con la inflación al alza y el crawl a la baja, las
variables lejos de ir a la convergencia amplían su brecha. Tampoco la inflación
cayó por debajo del 2.5%. Por el contrario, subió 0.3% para cerrar el año en
2.7%.
En este punto, vale resaltar que el FMI ya venía objetando el
crawl del 2% porque agravaba el atraso cambiario, ante una inflación que
siempre daba por arriba. Ahora Milei decidió agravar esa tensión, que se suma
al pedido del fondo de liberar el cepo y unificar el tipo cambiario en torno a
los $1300. Esto supone una devaluación del 20%, que podría tener impacto inflacionario
y liquidar el único “acierto” macroeconómico de este gobierno.
Por otra parte, el escenario internacional no parece favorable
al plan de Milei, de mantener la apreciación del peso con niveles de inflación relativamente
bajos, producto del desplome del consumo y la actividad económica.
Mientras el resto de las economías emergentes está viendo una
apreciación del dólar y preparándose para un mundo más complejo en términos
comerciales –porque el nuevo presidente de EEUU Donald Trump llevará adelante
una política proteccionista– y están llevando adelante devaluaciones
protectivas, Argentina defiende una apreciación del peso casi exagerada, que
afecta a la competitividad de las exportaciones.
El problema del plan de Milei es que los técnicos del FMI
exigen unificación cambiaria con un salto devaluatorio implícito que lleve al
dólar a los $1300, seguido de la liberación del cepo y la libre flotación del
peso. Es que el organismo no está de acuerdo con que se gasten dólares en
intervenciones en el mercado para sostener un tipo de cambio barato, que no es
más que el correlato directo de fijar una tasa de devaluación mensual del 1%.
“El precio del dólar está completamente estatizado. Por eso
las críticas que tanto molestan de los economistas liberales. Lo de Milei puede
ser un Frankestein, pero de liberal le va quedando muy poco”, dijo a LPO otro
reconocido economista que acompañó muchas de las medidas de este gobierno.