Política
Passalacqua destituyó a los ocho policías de la mesa de diálogo, detenidos por intento de sedición
Se trata de los agentes y el suboficial retirado que tenían un grupo de whatsapp en el que aparecen mensajes que muestran indicios de una organización para impulsar una nueva revuelta policial como la de mayo, en un escenario conflictivo, por el malestar de los uniformados con la recomposición del 5,5% decretada por el gobierno para septiembre.

Este sábado, el gobernador de Misiones Hugo Passalacqua firmó el
decreto que destituye de la Policía de Misiones a siete policías y un retirado
que formaron parte de la Mesa de Diálogo con la fuerza y eran delegados de
distintas comisarías, en el marco del proceso penal por supuesto intento de sedición
por el que están detenidos.
El miembro saliente entre los uniformados y retirados que
perdieron su estatuto de policías, es Ramón Amarilla, el vocero principal de la
mesa de diálogo policial en los últimos años, y el referente más visible del
acampe policial de mayo. Todos los destituidos formaban parte del grupo de
whatsapp Solo Cola, del que trascendieron mensajes que demostrarían un intento
de organizar una nueva revuelta policial en Misiones. Amarilla había rechazado
por insuficiente, el incremento salarial del 5,5% que impuso el gobierno
provincial a policías y penitenciarios de Misiones para los salarios de
septiembre, que se efectivizarán el próximo 28 del corriente.
Antes de ser publicado en el Boletín Oficial de Misiones –las publicaciones
se realizan de lunes a viernes– parte del decreto de Passalacqua destituyendo a
Amarilla y a siete policías en actividad, ya se filtró a medios posadeños.
Así se confirmó la destitución con “pérdida del estado
policial, conforme al artículo 62 de la Ley XVIII – N° 3 (Antes decreto ley
570/71), a partir de la fecha del presente decreto, por quebrantamiento de los
artículos 83 incisos f), i), j) y k), (y) 84 apartado 1° inciso c) y s)”
Además, de Amarilla, fueron destituidos los oficiales
ayudantes Diego Correa y Horacio Coutto; el oficial subayudante Iván Arrieta,
los sargentos Ramón Arrieta, Lisandro Canteros y Joaquín Orrego; y el cabo 1°
Adolfo Guirula. Cabe recordar que el primero de los mencionados, Correa, fue
detenido por las declaraciones de un colega suyo de la Comisaría 10ma., que lo
acusó de haberlo invitado a formar parte de una protesta por los bajos salarios
que predominan en la fuerza.
Por esa acusación, Correa fue detenido y se le incautó el teléfono
celular. El aparato fue peritado por la SAIC (Secretaría de Apoyo en
Investigaciones Complejas) y se encontró el grupo “Solo Cola”, del que formaban
parte los agentes mencionados, junto a Amarilla, en los que se habrían cruzado
audios que muestran una organización para una protesta que incluía el robo de
autobombas.
El artículo 2° del decreto firmado por Passalacqua este
sábado, determina que “sin perjuicio de la medida de destitución por
establecida en el artículo 1° del presente (decreto), será también de
aplicación la medida de Destitución por exoneración de la policía de la
provincia de Misiones, a los nombrados, según corresponda, una vez finalizadas
las actuaciones judiciales que se encuentran en proceso y mediare condena judicial
(…)”
En el gobierno provincial tomaron la máxima pena
administrativa posible contra los delegados y el referente de los retirados de
la policía, porque estos mensajes en los teléfonos mostraban un intento de
reiterar una protesta policial, en un escenario similar al da mayo: la recomposición
salarial a la fuerza es rechazada por la mayoría de los uniformados, que,
además, conocen que otros sectores de empleados públicos recibieron pautas
salariales mejores, por caso, los de Salud Pública, el Tribunal de Cuentas, el
Ministerio de Hacienda y otros de la administración central.
Por otra parte, la medida se puede leer como un fuerte mensaje
hacia el conjunto de los uniformados y el resto de los agentes y retirados que
formaron parte de la mesa de diálogo: el acta acuerdo firmada en mayo, en la
que había un compromiso para no avanzar con medidas de castigo administrativas
o judiciales, no se va a cumplir.
De hecho, la causa contra los cabecillas del acampa policial
de mayo –en el que confluyeron docentes, sanitarios y otros sectores de estatales–,
que se instruye en el juzgado del juez instrucción Ricardo Balor, sigue su
curso. Esta semana, con la detención de Correa el lunes, se abrió una segunda
causa por “sedición” pero en el juzgado del juez penal Fernando Verón.
Por estos momentos es una
incógnita, cuál podría ser la respuesta del conjunto de los uniformados y
penitenciarios de Misiones, los cuales insisten en la necesidad de una mejora
salarial y el cumplimiento del acta acuerdo firmada en mayo por el ministro de
gobierno Marcelo Pérez, que estipulaba que no habría sanciones contra los
referentes de la protesta policial.