Los datos relevados por la Agencia Universitaria por medio de una encuesta realizada a 3.300 estudiantes revelaron una serie de complejidades que se manifiestan tanto en niveles de rendimiento como en las relaciones sociales. En primer lugar, se investigó sobre el paso a la virtualidad y el posterior retorno a la presencialidad.
Los datos que encendieron las alertas están relacionados a la salud mental y física de los estudiantes, debido a que seis de cada diez universitarios presentan algún síntoma relacionado a indicadores de estrés, ansiedad y depresión.
A su vez, siete de cada diez -en los últimos dos años- no han asistido a un chequeo médico y seis de diez realizan actividad física amateur una vez por semana, es decir, caminatas o un partido ocasional de fútbol, pádel o vóley.
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