Política
Capital Humano defendió las auditorías a las Universidades a través de un comunicado con groseros errores de redacción
En otro episodio bochornoso de la embestida del gobierno de Javier Milei contra las universidades públicas, uno de los sectores más golpeados por el ajuste y el desfinanciamiento, el ministerio que preside Sandra Pettovello difundió un escrito con evidentes falencias semánticas, que motivó todo tipo de sarcasmos e ironías en las redes sociales.

Este viernes, el Ministerio de Capital Humano compartió un
comunicado en el que aseguraba que “auditar a las universidades es garantizar
la autarquía”, en un nuevo capítulo de la pelea del gobierno ultraderechista de
Javier Milei contra las universidades nacionales, esta vez, con un condimento
inédito: el texto difundido por la cartera que preside Sandra Pettovello,
presentaba groseros errores de redacción y no fue corregido a dos días de su
difusión.
El texto desde Capital Humano inicia así: “El Ministerio de
Capital Humano informa que dado que el Estado Nacional es el responsable de
proveer el financiamiento, la supervisión y fiscalización de las universidades
nacionales. La Ley N° 24.521 de Educación Superior establece que las
instituciones universitarias nacionales tienen autarquía económico-financiera
que ejercerán dentro del régimen de la Ley 24.156”, señalaron en el comunicado.
Ese párrafo presenta problemas semánticos y de estructura: la
forma “dado que”, se utiliza para relacionar dos ideas, párrafos u oraciones
con distinto significado, por ejemplo: “dado que (x) entonces (y)”. Es decir, “que
dado que”, sin una idea diferente al final de la oración, es un error
inconcebible para un ministerio ligado a la educación.
Esta forma no se cumple en ese texto con el que Capital Humano
defiende la auditoría sobre las universidades nacionales, que, vale recordar,
apunta sólo al 10% del presupuesto total que se destina a gastos de
funcionamiento (alquileres, servicios, insumos, etc.), puesto que el restante
90% se destina a salarios y está bajo el monitoreo constante y directo de los ministerios
de Capital Humano y de Economía.
Los errores fueron rápidamente detectados por usuarios de la
red social X, entre otras, que apelaron al humor y la ironía, para referirse a
los problemas de lecto-comprensión de los encargados de prensa de Capital
Humano, que no subsanaron los problemas del texto, más de 48 horas después de
difundido el comunicado.
“Como diría Zappa: gente que no sabe escribir comunicándose
con gente que no sabe leer”, ironizó el usuario @bauerbrun, con un posteo del
texto de Capital Humano, defendiendo que las auditorías sobre las universidades
las realice la SIGEN y no la AGN.
“Es medio circular. No quieren o no pueden leer, ergo no
aprenden a redactar. Pero no necesitan redactar bien porque está a dirigido a
ellos mismos, que no leen”, escribió no sin sarcasmo, el usuario Iván Algieri.
Por su parte, “@Mora_Bo”, opinó sobre el comunicado: “Me gusta
el minimalismo ritual, podrían empezar por subir unas líneas en una servilleta
y nos ahorramos el disgusto quienes podemos interpretar símbolos.”
Y el usuario “@escondidoslago”, fue lapidario: “Strictly
retarded”, replicó con esta frase en inglés, que en castellano significa “estrictamente
retardados”.
Sin embargo, más preocupante que los errores de redacción en
un comunicado oficial del ministerio del que depende la Secretaría de Educación
y la Subsecretaría de Políticas Universitarias, es el intento del gobierno de
que las auditorías las realice la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), un
organismo del ejecutivo nacional y no la AGN (Auditoría General de la Nación)
que es el órgano colegiado que controla los gastos originados por el Poder
Legislativo y que el oficialismo mantuvo paralizado durante meses.
En el comunicado de Capital Humano, argumentaron que “el
Estado Nacional es el responsable de proveer el financiamiento, la supervisión
y fiscalización de las universidades nacionales” y que el objetivo de la SIGEN (Sindicatura
General de la Nación) es “garantizar la regularidad financiera y la legalidad
de los procedimientos para la utilización de recursos públicos y el régimen de
responsabilidad de los funcionarios, imponiéndoles la obligación de rendir
cuentas de su gestión; además de implementar un sistema de control interno”.
“El Estado Nacional es el responsable de proveer el
financiamiento, la supervisión y fiscalización de las universidades nacionales”,
sostiene el comunicado de Capital Humano, que añade que el objetivo de la SIGEN
es “garantizar la regularidad financiera y la legalidad de los procedimientos
para la utilización de recursos públicos y el régimen de responsabilidad de los
funcionarios, imponiéndoles la obligación de rendir cuentas de su gestión;
además de implementar un sistema de control interno”. “En consecuencia, no hay
colisión entre la autonomía y autarquía universitaria y la competencia de
control de SIGEN en el ámbito de las universidades nacionales”, adujeron.
De acuerdo con Página 12, el subsecretario de Políticas
Universitarias, Alejandro “Galleguito” Álvarez, también arremetió contra el
reclamo al asegurar que las universidades están “violando” los derechos de los
estudiantes al “no dejar que las auditen”.
Estas declaraciones de Álvarez y el comunicado mal redactado
de Capital Humano se conocieron horas después de que la UBA rechazara la
intervención de la SIGEN con un comunicado titulado “Sí a las auditorías, no a
la intervención del Ejecutivo”.
“La UBA es auditada y quiere seguir siéndolo, por eso solicitó
formalmente a la Auditoría General de la Nación (AGN) que la vuelva a incluir
en el Plan de Auditoría 2025”, sostiene el texto de la UBA, apuntando a lo que históricamente
ocurre con los controles a las universidades nacionales.
Es que la AGN audita siempre a la educación pública, lo mismo
que a las demás dependencias públicas, pero este año, no lo hace porque el
propio Gobierno no armó en el Congreso la comisión de seguimiento de la AGN.
Recién la semana pasada quedó conformada la comisión bicameral
Revisora de Cuentas, que es el vínculo entre el Poder Legislativo y la AGN, que
encabeza el peronista Juan Manuel Olmos, y su presidente es el diputado opositor
Miguel Ángel Pichetto, quien preside el bloque de Encuentro Federal.
La Auditoría General se constituye por siete miembros que
duran ocho años en su cargo pudiendo ser reelegidos. Tres miembros provienen de
la Cámara de Diputados (cámara baja) y tres del Senado (cámara alta); y el
séptimo, que es presidente del ente, es elegido conjuntamente por ambas
cámaras.