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Apeo ilegal en la reserva de Biósfera Yabotí: "entraron con motosierra y están cortando muchos árboles nativos”
Sostuvo Catalino Medina, Mburuvicha de la comunidad Jaboti Miri (San Pedro), quien advirtió además sobre el avance de una empresa privada en su territorio.

Árboles muertos y caminos de tierra con el sello de las máquinas que los mataron, son hoy el retrato de una realidad para la cmounidad guaraní Jaboti Mirĩ, ubicada en la Reserva de Biósfera Yabotí, en la localidad de San Pedro.
“Hace 4 semanas, a 2 kilómetros de donde está asentada la comunidad y 500 metros hacia dentro de nuestro territorio relevado entró la empresa de Roberto Isidro a extraer madera. Entraron con motosierra y zanelos y están cortando mucha cantidad de árboles nativos”, relató Catalino Medina, Mburuvicha de la comunidad.
Según esta población guaraní, la firma en cuestión ya había llevado adelante este accionar, incluso con autorización del Ministerio de Ecología pero pasando por alto todas las normativas que debieran impedirlo.
Vale mencionar que la comunidad fue relevada por Ley 26160, donde se declara "la emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas originarias del país con personería jurídica inscripta en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas, en organismo provincial competente o las preexistentes".
Sostienen que estos hechos ocurren sin la debida consulta previa, libre e informada (como lo establece el Convenio 169 de la OIT), y violando las leyes de protección ambiental nacionales y provinciales.
“Me molesta porque no me gusta que tiren árboles, se van a secar los arroyitos y afectarán nuestra alimentación. No quiero escuchar movimientos y ruidos de motosierras. Los bichitos se van a ir muy lejos, afectarán las lluvias para regar la tierra y además los mismos obreros matan a nuestros animalitos”, lamentó Medina.
Y agregó “Roberto Isidro les dijo a los de la Comunidad que durante un año estará sacando madera y eso asustó mucho a mi gente”.
La selva Guaraní está sufriendo los más duros castigos para que empresarios del sector se llenen los bolsillos, mientras que con los árboles caídos se intenta también tumbar a los dueños ancestrales de esos territorios: el Pueblo Mbya, que está de pie, para mala fortuna de estos señores del poder, advirtieron.