Política
La reforma de la ley que permite al presidente gobernar por decreto, ya divide a diputados provinciales
Cinco legisladores de distintos espacios políticos brindaron su posición a favor y en contra de la reforma de la ley 26.122, que permite que los decretos de necesidad y urgencia queden firmes a menos que las dos cámaras del Congreso de la Nación los rechacen. El presidente anarco-capitalista ya anunció que vetará una reforma que limite su poder, en una gestión en la que ya firmó más de 40 DNUs en 10 meses. Y se abre la posibilidad de un tercer veto que Milei buscará sostener con un tercio de los diputados nacionales.

El debate por la reforma de la ley nacional n° 26.122 que se
sancionó en 2006 y benefició a las gestiones de los expresidentes Néstor
Kirchner, Cristina Fernández Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández y al
actual mandatario Javier Milei, empezó a dividir posiciones entre diputados de
la provincia de Misiones, algunos de los cuales se mostraron a favor y otros en
contra de una modificación de esta norma en el sentido de limitar el poder del
presidente anarco-capitalista.
En la cámara de diputados, más precisamente, en la Comisión de
Asuntos Constitucionales, se debaten una decena de iniciativas que buscan
modificar la 26.122 para que la anulación de los DNU se pueda concretar por una
sola de las dos cámaras del Congreso, y para que su validez sea acotada, de
manera tal que no se pueda reemplazar una ley con un decreto, como viene
ocurriendo en el gobierno de Milei: por ejemplo, el DNU 70/23 le quitó la potestad
de fijar precios y cupificar plantaciones al Instituto Nacional de la Yerba
Mate, un organismo creado por una ley nacional.
Consultados al respecto, dos diputados provinciales del PRO, se mostraron en contra de modificar la ley impulsada por Cristina Kirchner, que utilizaron todos los Ejecutivos nacionales, aunque ninguno como lo hizo Milei con un megadecreto de desregulación económica y firmando 42 DNUs en 10 meses de gestión .
El presidente del PRO Misiones, Horacio Loreiro manifestó que
no es el momento de impulsar esta reforma que limitará el poder de Milei y que
el presidente considera una suerte de “golpe de Estado”. “Estoy en contra. Lo
que quieren los kirchneristas es voltear al gobierno. Esta es una ley de CFK
cuando a ella le convenía y ahora la quiere modificar”, se quejó Loreiro, quien
calificó a Cristina Kirchner y al kirchnerismo, de un “cáncer del país”.
Según Loreiro, “cuando se normalice la Argentina, se puede
debatir democráticamente este tema (de la regulación de los DNUs) Ahora no es
el momento. Cristina Kirchner presiona para voltear la ley que ella misma creó”,
sostuvo el diputado provincial.
En esta línea de argumentación, el diputado admitió que puede ser
que se acuse de incoherencia al PRO por oponerse a modificar la ley 26.122,
cuando históricamente, Propuesta Republicana y su presidente Mauricio Macri, se
mostraron a favor de la división de poderes y de la limitación al Ejecutivo
nacional, un poder del Estado que, como lo demostró Milei, puede gobernar por
decreto y sostenerse en apenas un tercio de la Cámara de Diputados para blindar
los vetos a las leyes que sanciona el Congreso de la Nación.
“Convengamos que Milei recién arranca y que está haciendo
muchos cambios que nadie se animaba a hacer.
Aun le damos el oxígeno y el tiempo necesario. Todo tiene un límite por
supuesto. Cuando el país se normalice, ojala que suceda, será el momento de los
debates y criterios más equilibrados”, insistió Loreiro.
Asimismo, el presidente del PRO Misiones hizo una autocrítica de la gestión de Cambiemos, para defender el sostenimiento de la ley 26.122 que defienden La Libertad Avanza, el PRO, partidos aliados al gobierno y los diputados “radicales con peluca” como el misionero Martín Arjol. “Nosotros (por el PRO y Cambiemos) padecimos la inercia y los palos en la rueda, y por eso no conseguimos los resultados esperados y planeados. Estaban todos complicando la vida al gobierno, sin que prospere ninguna de las leyes previstas. Y así nos fue. Por ello decidimos despejarnos de los egos y ayudar a este gobierno, con todas las dudas, e incertidumbres palpables”, resumió el diputado obereño.
Por su parte, el diputado provincial Miguel Núñez, compañero de bloque de Loreiro y dirigente del PRO, también se mostró en contra de una reforma de la ley en el sentido que se debate en la Comisión de Asuntos Constitucionales. “Es muy complejo todo esto, pero sé que el presidente (Milei) tiene que tener estas herramientas para gobernar. Si no, se hace imposible. El poder político, no deja que cambie nada”, opinó Núñez sobre el funcionamiento actual de los DNUs, que permite a Milei gobernar mediante decretos en un escenario en el que tiene minoría parlamentaria y no puede impulsar proyectos de ley a menos que los acuerde con amplios sectores de la oposición.
En la vereda opuesta de esta defensa ensayada por los
diputados macristas a la norma que dificulta la anulación de los DNUs
presidenciales, el diputado provincial Cristian Castro (PAyS) explicó a Agencia
Hoy: “Para mí hay que modificar esa reglamentación. Los DNU, no solo en este
gobierno, sino en todos los anteriores se usaron en forma muy arbitraria”,
puntualizó.
Para Castro, el empleo de los DNUs que posibilita la ley
26.122 –impulsada por el kirchnerismo en 2006– “muchas veces ha dejado de lado
al parlamento en cuestiones importantes, deformando el sistema republicano de división
de poderes”.
“Por eso se pensó en tres poderes independientes y al poder
legislativo a nivel nacional, separado en dos cámaras, una representando al
pueblo (Diputados) y la otra a las provincias (Senadores) para así fortalecer
también el federalismo”, explicó Castro sobre el funcionamiento del
legislativo, que tiene una representación correlacionada a la cantidad de
electores en la Cámara baja y una representación que iguala a cada provincia,
con tres senadores por cada territorio, en la Cámara alta.
“Es más –añadió Castro– la ley 26.122 se reglamentó en el
gobierno de Cristina Kirchner, pero no me parece correcto”.
Asimismo, Castro aclaró que defiende la división de poderes y el equilibrio entre los mismos en el sistema republicano, más allá de que el de Argentina sea un régimen presidencialista, y que “si no tenés mayorías en las cámaras, se complica gobernar”.
Y con respecto al DNU 70/23, Castro advirtió que no sólo desguazó al INYM –al quitarle la potestad de fijar precios productivos–, sino que perjudicó a todas las economías regionales al desregular mercados, como el yerbatero y otros similares, como el vitivinícola.
Por su parte, dos diputados provinciales de la UCR brindaron
su posición respecto de este debate, que podría desembocar en un tercer veto
presidencial y en una nueva “rosca política” del ejecutivo que supuestamente
venía a erradicar a “la casta”, pero coopta voluntades de diputados radicales y
de partidos provinciales, cuando necesita de un tercio de la Cámara de
Diputados para blindar un veto – como ya sucedió con los vetos a la ley de
Movilidad Jubilatoria y de Financiamiento Universitario.
La diputada provincial Rosi Kurtz (UCR) argumentó: “El DNU es
una facultad del presidente, pero tiene que tener alguna limitación, porque
esto hace a la división de poderes. Con que un DNU caiga en alguna de las dos
cámaras del Congreso, ya debería quedar sin efecto. Yo siempre estoy a favor de
la división de poderes”, resumió su posición, la diputada radical.
En tanto, mucho más ambiguo, el diputado provincial Ariel Pianesi,
comentó sobre una eventual modificación de la ley 26.122: “Pienso que en los
últimos años ha existido un uso y abuso de los DNU, y eso fue aumentando con el
tiempo. De seguro necesita una revisión, pero no estoy estudiando el tema, no
tengo antecedentes ni estadísticas”, aclaró el legislador provincial,
insistiendo en que son los diputados nacionales los que tienen que deben involucrarse
en este debate, siempre y cuando avance en el Congreso.
Sobre este punto, hay que señalar que la Comisión de Asuntos
Constitucionales tiene previsto emitir un dictamen el 30 de octubre próximo,
algo que La Libertad Avanza y el PRO, junto a sus aliados legislativos, buscan evitar
para que el debate se empantane y los proyectos que limitan el poder de Milei,
no lleguen a votarse en el recinto.