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Un caso trágico que no se debe repetir

El caso de perversión de Apóstoles constituye un hecho trágico en la historia de la Provincia que no se debe repetir, configurando uno de los delitos más aberrantes de la condición humana, superando incluso la muerte de otro ser humano, porque se trata de una muerte en vida de quienes son sus víctimas.

Jueves, 5 de septiembre de 2024 - 13:41 hs.
Un caso trágico que no se debe repetir

Es un flagelo social imperdonable que debe ser condenado con toda la fuerza de las instituciones, que Misiones las tiene funcionando con excelencia.

Por eso nuestro espacio político promovió, sin dilación y sin dudas, la expulsión y el corte definitivo de la representatividad de este diputado, y del partido político que lo sustentó, considerando también que deben caber penas para el Frente Electoral o la Alianza que lo validó.


Un antecedente tan nefasto como éste solo se cerrará con la prevención, el análisis, el conocimiento por parte del conjunto de la sociedad y con la solvencia de la justicia para, al menos, atenuar sus efectos devastadores que hoy repercuten en todo el país y el mundo.


En esa línea, desde la Cámara de Diputados he promovido la primera Fiscalía para perseguir este tipo de delitos, junto al endurecimiento de las penas y ladebida corresponsabilidad política de los partidos y frentes que incorporan a estos sujetos a la actividad, como correctivo.


Es claro que no han cumplido la tarea de ser los primeros filtros de antecedentes a la hora de confeccionar su oferta electoral. Hubo señales desde hace tiempo, que ahora algunos integrantes de la sociedad se anima a revelar.


Pero también es cierto que acá se trata de sociópatas que disimulan con astucia su comportamiento y tienen afinidad en su núcleo íntimo, afinidad en sus costumbres, sus modos de vida. 


Podría decirse que constituyen una suerte de asociación para el engaño, la manipulación, la estafa moral y política, escondiendo sus vicios y sus crímenes. 


Se ofrecen engañosamente a incautos electores,primero, y después al resto de la sociedad, como impulsores de supuestos cambios ayudados con propaganda armada para conseguir sus fines perversos.