Política
Pichetto consideró “un mamarracho” el proyecto oficialista de “ficha limpia” y llamó a sus impulsores a leer el artículo 66 de la CN
El experimentado diputado nacional, que preside la bancada de Encuentro Federal, liquidó el llamado “artículo Petri”, y puso como ejemplo la experiencia brasileña con la proscripción de candidatos presidenciales.

Aclarando que hablaba a título personal y no como presidente del bloque Encuentro Federal, Miguel Pichetto intervino durante las exposiciones de los dictámenes del proyecto de Ficha Limpia que el oficialismo y sus aliados busca sancionar en la Cámara de Diputados de la Nación, liquidó al proyecto oficialista, considerando un “mamarracho” el llamado “artículo Petri”, que estipula que la prohibición para ser candidato para personas con doble condena judicial en causas por corrupción, rige si el fallo se da antes del 31 de diciembre del año previo a las elecciones.
Según publicó Parlamentario,
Pichetto dijo que le parecía que “lo del ministro de Defensa (Luis Petri), que
no sé cómo aparece, porque es un verdadero mamarracho y le da discrecionalidad
(al Poder Judicial), de que ‘si te condeno un año antes no’, y ‘si te condeno
en el año electoral sí’… Juguemos en el bosque mientras el lobo no está…
Démosle más poder al Poder Judicial”, fustigó Pichetto.
En esta línea, el diputado nacional
se quejó de que “en los últimos 10 años hay una supremacía política en el
sistema de división de poderes del Poder Judicial de la Nación”, cosa que
presentó como “una derrota del sistema político institucional”.
Asimismo, Pichetto cuestionó
“este camino que elige el Congreso, con buenas intenciones a veces”, y remarcó
la necesidad de que el sistema político tenga “equilibrios y contrapesos”.
Al respecto citó la
experiencia brasileña, que consideró “demoledora”, recordando que en 2010 “Lula
se compra el discurso de la anticorrupción y vota ficha limpia. Creo que, en
2014, el juez Aldo Moro lo condena con doble conforme y le impide ser
candidato. A Lula le gusta bailar con el verdugo… Arman la estructura para que
después el poder se transfiera al sistema judicial”, advirtió Pichetto sobre el
proyecto oficialista, que emparentó con el sancionado en Brasil.
De acuerdo con el
experimentado peronista rionegrino, lo que los legisladores deberían haber
hecho, en lugar de caminar lo que definió como “el camino judicialista de las
almas bellas”, era “haber profundizado la defensa del Congreso nacional y de
las atribuciones que nos da el artículo 66 de la Constitución Nacional, que
nadie menciona, porque no repasan ni leen la Constitución”, acusó.
En tono didáctico y
exponiendo la ignorancia de los diputados oficialistas y sus aliados, Pichetto
recordó que según la Carta Magna, el Parlamento “es el árbitro que puede
controlar quién puede ingresar o no, y puede echar a un diputado o un senador,
como lo hizo hace menos de diez días, por inhabilidad social”.
El filoso mensaje de Pichetto
aludió a un tema que el oficialismo libertario pretende sepultar: la expulsión
del senador por Entre Ríos, Edgardo Kueider –un legislador que pertenecía a
Unión por la Patria, pero que votó todos los proyectos de LLA, incluida la Ley
Bases–, quien está detenido en Paraguay por intentar ingresar a ese país con
211 mil dólares sin declarar.
Pichetto recordó los casos de
la Cámara baja, que con atribuciones propias no permitió el ingreso de personas
comprobadas fehacientemente de haber cometido delitos de lesa humanidad. Citó
el caso de los represores Luis Patti y Antonio Domingo Bussi, a los que se les
prohibió el ingreso, a pesar de hacer sido electos, y se fijó así “el criterio
de la inhabilidad moral”.
Por este motivo, Pichetto
abogó por “el camino del fortalecimiento del Congreso para evitar que a gente
que tiene condenas no le permitan el juramento. Pero no, optamos por el camino
judicial, un camino equivocado”, sostuvo.
En otro pasaje, el legislador
aclaró que en el proyecto puesto a consideración “hay un montón de cosas que
están en el aire”, y coincidió con UP respecto de su defensa del derecho a
votar y ser elegido.
Sobre el final de su
intervención, el legislador recordó que como diputado nacional integró la
Comisión de Juicio Político. “Cuando venía un juez, esto era imponente; no digo
que temblaban, pero era imponente. Y cuando iban a la Cámara de Senadores, ya
con el juicio político en marcha, funcionaba el Parlamento… Acá la
Constituyente del 94, con la incorporación de un montón de institutos
franceses, lo que ha hecho es consolidar la corporación y el aumento del poder
político del sistema judicial. Así como a (Edgardo) Kueider lo expulsaron del
Senado, hubo antecedentes que aplicaron la Constitución”.
Y cerró reclamando el poder
para el Parlamento y tener un Poder Judicial independiente, “no como ahora, que
dice que si la pena la aplica antes, funciona la pena limpita, y si es durante
el año electoral no… ¿Qué pavada es esta? ¿Qué discrecionalidad mayor?”.
Por último, Pichetto mandó a
sus pares a repasar el artículo 66 de la Constitución Nacional. ¿Qué dice este
artículo? “Cada Cámara
hará su reglamento y podrá con dos tercios de votos, corregir a cualquiera de
sus miembros por desorden de conducta en el ejercicio de sus funciones, o
removerlo por inhabilidad física o moral sobreviniente a su incorporación, y
hasta excluirle de su seno; pero bastará la mayoría de uno sobre la mitad de
los presentes para decidir en las renuncias que voluntariamente hicieren de sus
cargos”.