Política

Sobre hacerse el sota con lo importante y los “encantos de la gastronomía misionera”, para un porteño con ínfulas

Por Eladio Rivas.

Viernes, 24 de enero de 2025 - 13:14 hs.
Sobre hacerse el sota con lo importante y los “encantos de la gastronomía misionera”, para un porteño con ínfulas

Cuenta la leyenda, que la provincia de Misiones y en especial, su gastronomía, enamora y cautiva. Tal es el caso del corresponsal de “La Nación”, allí en la tierra roja, quien cobra por nota firmada. Y, a veces se le ocurre firmar, de año en año.

No se le puede seguir, ni justificar, su perfil y sus ingresos, de niño bien “abacanado”. Solo una pista nos lleva a su gallina de huevos de oro: opera periodísticamente para Ramoncito Puerta. Cuyo benjamín empresarial, allegado, caudillo político, amigo familiar, íntimo de su hijo, está envuelto en uno de los flagelos y hecho reales más aberrantes de Misiones: industria, que padece la tierra roja, la pedofilia hecha a mansalva y con renta internacional (que incluye violaciones, trata de personas, explotación sexual no consentida, torturas y desapariciones de personas)

Todo esto ocurre en las narices de Martincito, el “Tincho” que, según sus colegas, es fanfarrón y pedante. Más precisamente, el ignoto en la fauna local Martín Boerr, sin que él diga, como dirían las abuelas: “ni pío”. Jamás investigó el tema, siendo amigo personal de los protagonistas. Él solo repara en dañar la imagen del exitoso partido oficialista, que tanto le quema en el alma (si la tiene) a su patrón.


En lo personal, la gastronomía es un punto importante y latente en su vida. Hace poco se ventiló y le dio algo de fama, un trapito que tuvo, con uno de los referentes culinarios de mayor carácter en la provincia, Iván Ortega. Según sus palabras, la vuelta al pasado amoroso lo adelgazó 15 kilos. 

En la actualidad, mantiene una estrecha relación societaria y amorosa con el único burócrata que tiene la gastronomía en Misiones, un periodista devenido en subsecretario, que, otrora, supo lucrar con los chefs misioneros y hoy los dirige desde el Estado.

Se nota la ausencia de su pareja, motor y factótum de ese negocio; y que hoy, ya no acepta, que la festejen y agasajen con la anuencia de su pareja, aparentemente; y volvió a su ciudad.

Causa cierto humor pensar que Milei y Boerr tuvieron novias con el mismo mote.

Lo más llamativo es la convivencia de esta relación actual, con noticias filtradas y datos. 

Es ético vivir del gobierno y de un tema que te es ajeno; y además, compartir pan y vino con un operador molesto para los líderes de tu “supuesto” partido renovador. “Desconozco y lo dejo a tu criterio diría la trillada frase de Karina Olga Jelinek. Y como diría “Fuente Ovejuna”: el que no entendió, que se compre un burro y se haga patear la cabeza.