Política
“El Papa que nos enseñó” a estar “cerca de los pobres, para devolverles la alegría y la dignidad de vivir a los más rotos de nuestra sociedad”
Lo planteó Daniel Pesce, el padre de la Iglesia San Benito, quien puso de relieve el perfil del papado de Francisco, quien falleció esta mañana a los 88 años. Y destacó que en las últimas horas de su vida, le expresó personalmente su preocupación por la política antiinmigratoria al vicepresidente de EEUU, JD Vance.

El cura Daniel Pesce, párroco de la Iglesia San Benito, expresó su dolor por el fallecimiento del Papa Francisco pero llamó a los fieles católicos y las personas en general, a mantener vivo el legado de Jorge Bergoglio, a quien caracterizó como una persona cercana a los pobres y los “rotos” de la sociedad, que buscó establecer puentes en un mundo que se caracteriza, por el aumento de los muros, la polarización y las guerras.
En diálogo con LT4 esta
mañana, a escasas horas del fallecimiento del Papa, Pesce manifestó estar
consternado, pero a la vez esperanzado, por “el legado que Francisco nos deja”,
el cual “como hoy a la mañana decía el arzobispo de Buenos Aires, García Cuerva,
ahora nos toca a nosotros ser un poco ‘Francisco’ en cada lugar para la Iglesia”.
En su lectura del papado de
Bergoglio, el párroco destacó la cercanía que “supo tener como arzobispo de
Buenos Aires en su momento, con los pobres, con los más rotos. Con esa mirada
también abierta, hacia todas las realidades en el mundo, nos ha marcado un
camino muy claro de misericordia, de apertura, de diálogo y de alegría. Él marcaba
mucho vivir la fe cristiana en un signo profundo de alegría”, expresó Pesce.
“Este Papa, como él dijo, ‘me
fueron a agarrar del fin del mundo’, había mostrado siempre esa pastoral
cercana. A nosotros nos toca muy muy de cerca como hogar de Cristo, porque que fue
él quien lo inició siendo arzobispo de Buenos Aires. Lo recordábamos este
Jueves Santo, cuando él decidió lavarle los pies a 7 consumidores de paco.
Chicos marginados, rotos de la calle. Y ese signo posibilitó un camino nuevo.
Un camino de levantar a los rotos, de estar cerca”, ponderó el cura párroco.
“Creo que todas esas cosas lo
fueron llevando a esa posición o en esa apertura, y esa necesidad también que
la Iglesia veía, de seguir caminando o de caminar cada vez más cerca de
aquellos que quedan postergados”, subrayó Pesce, para quien no fue casual que
Bergoglio elija el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís, que fue
el santo, que “ha marcado una radicalidad en el evangelio, no solamente por su
opción por los pobres, sino por vivir la pobreza.”
En esta línea, Pesce dijo que
el de Francisco fue un “papado muy austero, muy simple, muy sencillo. Él
decidió vivir así porque abrazó la pobreza como modelo de vida, mostrándonos
que lo que él decía en su discurso inaugural, el verdadero poder está en el
servicio”, recordó.
“Mientras el mundo, cada vez
más lo vemos polarizado, con tantos conflictos bélicos, con mayores conflictos
que se asoman en el futuro casi inmediato, en esa búsqueda de poder constante,
el Papa nos enseñó que el verdadero poder está en el servicio, ser servidores
de los demás, cómo lo enseñó Jesús”, enfatizó Pesce, quien se lamentó porque “los
argentinos somos los que menos le hemos comprendido al Papa.”
Según Pesce, “en esa en esa
suerte de decir, es argentino, es peronista, lo hemos ensuciado nosotros, en el
sentido de meternos en las grietas internas del país, siempre queriendo
posicionarlo de un lado, del otro, de esa grieta. Y creo que también hemos sido
nosotros un poco los catalizadores de que el Papa no pudiera venir a la
Argentina”, sostuvo el cura, aclarando que es una opinión a título personal.
En esta línea, Pesce sostuvo
que Bergoglio “va a pasar a la historia, queramos o no, seamos católicos o no,
como el argentino más importante de la historia. Se ha convertido en un líder
universal, en un líder religioso universal. Ha hablado para todo el mundo y yo
creo que fue muy consciente de esto. Nunca se argentinizó desde el papado él,
sino que tuvo una mirada siempre global”, destacó.
“En su visita a
Latinoamérica, priorizó los países más desiguales de la región”, recordó Pesce,
al tiempo que puso de relieve que Francisco, “tuvo siempre esta mirada, hacia
los más débiles” y habló de “tender puentes”, recalcó Pesce.
Al respecto de este rasgo del
papado de Francisco, Pesce insistió en que habló de crear puentes, “en un mundo
que se dedica a crear muros, donde está en boga, el problema migratorio”. Y
subrayó que “más allá de su edad, su enfermedad y todo lo que había pasado en
el último tiempo, el último líder que recibió fue el vicepresidente de Estados
Unidos (JD Vance) Y el Papa aún ya en su dolor, podemos decir, en sus últimos
días y horas de vida, le presentaba su preocupación por el tema migratorio en
Estados Unidos, (país) donde empiezan a relanzarse odios migratorios”, destacó
Pesce sobre la gestión del presidente Donald Trump, que dispuso masivas
deportaciones desde el inicio de su gobierno.
“Y también en Argentina, no
podemos decir que no existe este odio por la migración latinoamericana”, aclaró
Pesce, sobre uno de los rasgos de la política del actual gobierno del
presidente ultraderechista Javier Milei. Contra esta postura, Pesce sostuvo: “Todos
los países de Latinoamérica nos olvidamos que fuimos construidos desde la
migración. Misiones es un clarísimo
ejemplo del crisol de razas”, expresó.
“Creo que el mundo sigue en
esta en esta visión tan cerrada, eurocentrista también, en algún en algunos
casos, y él (Francisco) ha venido a patear el tablero. Ciertamente, ahora viene
el gran desafío, viene la tarea de continuar este legado”, destacó Pesce.
Respecto del legado de Francisco,
el párroco de la Iglesia San Benito de Posadas puso de relieve que falleció en
un momento de alto valor simbólico para el catolicismo en el mundo. “Ayer
estábamos celebrando la alegría de la Pascua, de la resurrección (de
Jesucristo) Y en el primer día de la Pascua se nos va Francisco. Pero también,
a pesar de todo el dolor de su cuerpo, de su enfermedad, ayer bendijo al mundo
con la bendición más importante que la Iglesia tiene por medio del papa, que es
la bendición ‘urbi et orbi’, la bendición a la ciudad y al mundo”, manifestó
Pesce.
“Se fue como vino, se fue
bendiciendo al pueblo de Dios. Recibimos su bendición como el cierre de su
pontificado, y yo creo que es un signo teológico muy importante que no podemos
pasar por desapercibido: se nos va en medio de la octava de Pascua, que es toda
esta semana que la Iglesia recuerda la alegría de Cristo vivo”, ponderó el
cura.
Asimismo, Pesce puso de
relieve el perfil de Francisco, vinculado al servicio hacia los más vulnerables
de la sociedad, una doctrina que contrasta claramente con la ideología
ultraindividualista de los gobiernos de ultraderecha de Argentina, Estados
Unidos, e Italia, entre otros.
“Se nos va el Papa que nos
enseñó a ser alegres, que nos dijo, hagan lío. Que nos dijo que estemos cerca
de los pobres, no solamente como para alcanzar la conciencia, sino para
devolverles la alegría y la dignidad de vivir a los más rotos de nuestra de
nuestra sociedad, a nuestros hermanos más pequeños del reino, como lo decía
Jesús”, sentenció Pesce.