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"Una parada en el camino podía haber sido la salvación para Juanita"
Sentenció Claudia Díaz, la madre de la menor fallecida tras regresar de un viaje de egresados. La adolescente asistía al Instituto Cristiano Republica Argentina de Posadas.

Pasaron varios días desde el trágico deceso de Juanita Sirimarco, la adolescente que falleció tras regresar a Misiones de su viaje de egresados de primaria en Villa Carlos Paz (Córdoba).
Mientras la Justicia local investiga lo sucedido en sus últimas horas con vida. Su madre Claudia Díaz reiteró su pedido de justicia. En declaraciones a LT4 y AgenciaHoy, la mujer sostuvo que una parada en el viaje de vuelta "podía haber sido la salvación para Juanita" y apuntó contra los adultos responsables que acompañaban al grupo de jovenes.
"Me siento acompañada por todo, principalmente por mi hija, que está obrando en mí, por Cristo que está al lado mío y da fortaleza a mi corazón para despertarme cada mañana y empezar esta lucha. Me siento acompañada por toda la comunidad, porque a cualquier persona que tenga un hijo o no, le va a llegar al corazón una muerte tan injusta de una persona tan valiosa para este mundo", expresó Díaz, quien confirmó que el reconocido abogado, Fernando Burlando se hará cargo de la asesoría jurídica de la familia.
"Yo voy a ser la voz y él va a hacer la justicia. Se va a hacer justicia por mi hija. Todas esas personas que la abandonaron, que yo ya relaté muchísimas veces, todos los responsables adultos, que estaban en ese colectivo, las maestras, el coordinador, las otras mamás...nadie se involucró y nadie le importó. Nadie dijo paren un ratito, vamos a atender a esta nena porque está mal", relató la entrevistada.
"La maestra cuando se comunica conmigo, casi a las nueve de la mañana, me dice del padecimiento de mi hija desde las dos de la mañana. Recién a esa horario me cuenta, y de ahí es todo un caos para mí. Imagínense a kilómetros de distancia, yo intentaba hacer lo mejor. Le dije, por favor que pare, le supliqué, mandé una ambulancia, no sabía qué hacer acá. Y ya mi hija estaba mal", contó la madre de Juanita.
Y agregó "ellos hasta pararon en un lugar, bajaron para que los chicos se aseen y mi hija ya no pudo bajar porque no le daban las piernas. No pararon. Porque según la maestra no se le había ocurrido, porque cuando muere mi hija, yo después ahí recién lo puedo entender. Cuando mi hija estaba internada, por supuesto, que mi mente estaba en mi ella. Solamente pedía piedad y misericordia al señor para que no la lleve. Pero no había forma, porque la como la trajeron a mi hija solamente un milagro le iba a salvar".
"Una parada en el camino podía haber sido la salvación de Juanita. Hasta le inyectaron en ese colectivo una dispirona. El médico supuestamente dice que no entiende nada cuando lo llaman porque entre el movimiento y que no había señal, no entiende muy bien el diagnóstico de mi hija y no sé si él le llega a recomendar que ponga la dispirona", indicó Díaz. Al tiempo que contó que una mamá del otro contingente que acompañaba a los estudiantes del ICRA (Instituto Cristiano República Argentina) le colocó la inyección en cuestión.
"Ni siquiera ahí dijo, bueno, vamos a parar para que a Juanita la pongan (la inyección) en un en una salita, en un hospital, lo que haya. Salgamos un poco de la ruta. Entonces, después vamos tranquilos. Se había vomitado muchas veces. Y después fiebre. ¿Qué hicieron con mi hija?, mi hija estaba en shock. Y lo peor de todo es que, si vos vomitás, si vos tenés fiebre, si vos tenés diarrea, te deshidratás. Y la deshidratación lleva a la muerte", señaló y se volvió a preguntar "¿por qué no pararon?, esto fue negligencia. Ahí, yo recién me doy cuenta, ¿entendés? a mi hija la mataron, a mi hija no la atendieron, y ahí es cuando yo me puse en pie de lucha".
"Y empecé a investigar, a mirar y ahí en el momento, la llamo a la maestra, le digo 'Alejandra, ¿por qué no paraste? Si vos viste cómo estaba Juanita. Si vos sabés que una persona cuando se deshidrata le puede llevar a la muerte, ¿por qué no paraste?'. Y me dice, 'Claudia, yo hice todo lo que pude con ella, pero la verdad que no se me ocurrió'. Esa fue la respuesta", dijo la mujer.
"Y yo le dije, por lo menos pedime perdón Alejandra, como cristiana, pedime perdón, porque mi hija murió...no me dijo ni una sola palabra. De ahí, no hablé más, no le vi más a la maestra, la empresa jamás se presentó para darme el pésame y la escuela ya habrán escuchado, acá todo el mundo se está queriendo lavar las manos", concluyó.
Respecto a cómo continúa la causa, en la jornada de ayer se presentaron en sede policial las autoridades del Instituto Cristiano República Argentina (Icra) por requerimiento de la justicia para brindar detalles sobre lo ocurrido en las últimas horas con vida de la menor. Vale mencionar que la investigación de oficio fue iniciada por el Juzgado de Instrucción 6 de Posadas. En las próximas horas declararán los responsables de la empresa Viaturex, encargados de organizar y desarrollar el viaje de egresados.