Política
Acusan a Bullrich de “cínica y cruel” tras el intento de homicidio de Grillo: “Hubo muchos disparos de gas lacrimógeno que buscaban lastimar a alguien”
Lo planteó el fotógrafo posadeño David “Fefo” Gross, quien trabaja en Buenos Aires y sufrió en carne propia, la represión con gases, con ácido y balas de goma, que las fuerzas de seguridad desataron indiscriminadamente el miércoles pasado, en la marcha de los jubilados del 12 de marzo. El fotoperiodista que estará en la marcha de este miércoles, en la que se exige la renuncia de la ministra de seguridad, resaltó que “hace un año que se le pega a la prensa, a los jubilados, y a cualquiera que se quiera manifestar”.

La marcha de los jubilados reclamando pensiones dignas que se desarrolla cada miércoles en inmediaciones del Congreso de la Nación, promete ser masiva este 19 de marzo, a una semana de la salvaje represión desatada por las fuerzas de seguridad al mando de la ministra Patricia Bullrich hace una semana, cuando un gendarme disparó una granada de gas lacrimógeno a la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo, quien lucha por su vida internado en el Hospital Ramos Mejía.
La radio LT4 y Agencia Hoy dialogaron con el fotógrafo David “Fefo”
Gross, un trabajador de prensa posadeño que está trabajando en CABA y estuvo en
la marcha del 12 de marzo, en la que atentaron contra la vida de su colega
Grillo, en el marco de una represión que se inició antes de que comience la
marcha. Para Gross, la sensación de los trabajadores de prensa es que “no hay
garantías” para realizar su trabajo y que la ministra Bullrich es “cínica y
cruel” al avalar el accionar de las fuerzas de seguridad, inclusive al costo de
mentir abierta y flagrantemente, negando lo que se pudo experimentar y
registrar hace una semana.
En diálogo con este medio, Gross sostuvo que es “una situación compleja, en principio porque no es algo que
nosotros elijamos, poder trabajar en esas circunstancias es realmente algo casi
impensado. Uno va a la calle sabiendo que él va a registrar un conflicto de esa
magnitud que normalmente suele ser algo bastante complejo ya de por sí, por la
cantidad de gente, por el grado de violencia”, describió.
“Todo el periodismo baja a la calle a registrar algo desde ciertas garantías. Y el miércoles pasado, no tuvimos esas garantías para poder trabajar. Fuimos terriblemente reprimidos. Tanto es así que, bueno, casi se cobra la vida del compañero Pablo Grillo”, confió el fotógrafo.
En esta línea, Gross insistió en que las sensaciones “son esas: la pérdida total de las garantías para poder hacer nuestro trabajo. Y eso es complejo, porque si bien uno sabe que está en una situación hostil, siempre, la prensa tiene el lugar que le corresponde para poder hacer el registro, para poder estar ahí contando los hechos, narrando. (Pero) el miércoles pasado eso se dio por tierra”, subrayó el fotoperiodista.
Desde la Asociación de
Reporteros Gráficos (ARGRA) “ese miércoles salimos a pedir la renuncia de la
ministra de seguridad (Patricia Bullrich), porque venimos advirtiendo esto hace
un año.”
“Hace un año que se le pega a
la prensa. Hace un año que no se respeta, que se avasalla los derechos, no solo
de la prensa, sino que de los jubilados, de cualquiera que se quiera manifestar.
Pero nosotros estamos realizando un trabajo en ese terreno. Si bien muchos
acompañamos la lucha, nosotros estamos realizando un trabajo”, denunció Gross,
apuntando contra la gestión de Bullrich, que apunta a impedir el derecho a la
libre expresión y la protesta.
En su descripción de lo que
vivió el miércoles pasado, cuando estuvo cubriendo la marcha como fotógrafo, Gross
confió que junto a otros fotógrafos, estuvo antes de la hora en que estaba
convocada la marcha de los jubilados, a las 17. “Estuve desde las 16 horas, y
te tiran un ácido naranja, que es una especie de gas lacrimógeno”, puntualizó sobre
la agresión sufrida por parte de fuerzas de seguridad.
“Es un ácido, es una solución
espesa que al caerte en la piel empieza a producirte como si fuera que estás
prendido fuego. Realmente es eso. Eso es realmente nocivo para la salud. En mi
caso me rociaron toda la parte lateral izquierda, eso se me metió (en los ojos)
Uno trabaja con protección de los ojos, protección de la respiración, con casco
y así y todo, lo que provocó (el agente naranja), al menos en mí, fue que
estuve veinte minutos alrededor del Congreso tratando de poder ubicarme, ciego
totalmente”, reveló con crudeza, el fotógrafo posadeño.
Según Gross, estuvo
desorientado y ciego en medio de la manifestación y la represión desatada por
la ministra Bullrich, hasta que “unas compañeras de unas postas de salud me
lograron, salvar casi la vida, porque en una situación de represión como esa,
estar sin la posibilidad de poder, ubicarte espacio temporalmente es realmente
peligroso. Como me pasó a mí, le pasó a un montón de gente que estaba
trabajando en ese momento”, señaló el fotoperiodista.
Y amplió: “después, a la
hora, fui agredido; tengo dos balazos de goma en las piernas, y (esto) le pasó
a tantos otros compañeros que estaban este día trabajando ahí.”
Repreguntado sobre si
consideraba que los periodistas y fotógrafos fueron blancos de la represión,
para que no registren el accionar criminal de las fuerzas de seguridad, Gross
fue lapidario: “Este es un análisis que hacemos porque antes no había sucedido
que crezca la violencia tan temprano, es decir, mucho tiempo antes de las 17
horas (cuando estaba convocada la marcha) y que sea indiscriminada, que sea
hacia los que protestan, hacia los que están trabajando.”
Consultado sobre cómo se
preparan para trabajar en la cobertura de la marcha de este miércoles, Gross
advirtió que la ministra Bullrich, desde la semana pasada está amenazando a
periodistas y manifestantes con una nueva represión. “Va a pasar lo mismo.
Lamentablemente el miércoles pasado ocurrió esto con Pablo Grillo, entonces
estamos todos en alerta”, declaró Gross, quien intentó llevarle tranquilidad a
su familia y allegados, al revelar que la ARGRA elaboró un protocolo de
seguridad para los reporteros gráficos y trabajan siempre, en grupo y en red.
Los periodistas se protegen “armando
redes”, y “buscando juntarnos con los compañeros de trabajo, tratando de estar
muy alerta, no regalándonos como decimos acá en la jerga. Siempre cuidándonos
las espaldas y eso va a ser lo que vamos a hacer el hoy. La verdad que dicen
que hoy va a estar mucho más complicado”, enfatizó Gross.
Por otra parte, Gross se
refirió al discurso de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que avaló el
accionar de las fuerzas de seguridad y opinó que los uniformados dispararon las
granadas de gas lacrimógeno como lo indican los manuales, incluso en el caso
del ataque a Grillo, cuando existen numerosas pruebas y registros que muestran
lo contrario: que se usaron los casquillos de gas lacrimógeno como armas letales,
al ser disparados en forma horizontal contra los manifestantes.
“La verdad que el grado de
cinismo y de crueldad que maneja esta señora (Bullrich), que está aprobado, es
no solo de ahora, es de antes, porque tenemos que poder advertir que el
accionar de esta mujer ya se ha cobrado vidas en anteriores gobiernos”, comentó
Gross, haciendo alusión al pasado político de la exministra de Seguridad en el
gobierno de Mauricio Macri.
Para el fotógrafo, estas
actitudes de Bullrich inquietan porque otorgan aval a las fuerzas de seguridad.
“Ese grado de cinismo, ese grado de crueldad, genera una expectativa muy grande
y genera una especie de miedo”, dijo Gross, planteando que los periodistas
pueden pensar en si deben exponer su vida, “si esta mujer con este grado de
cinismo”, continúa “mintiendo como miente.”
“Estuvimos ahí, lo
registramos. Todos vimos cómo esa persona (el gendarme Guerrero, identificado por una investigación de la ONG Mapa de la Policía) disparó de manera
tal, que el (proyectil) fue directo (contra Pablo Grillo), buscando ser una
cuestión letal. Porque además no fue el único (disparo) ni fue la primera vez.
Este día muchos disparos se hicieron de esa misma manera, porque buscaban
lastimar a alguien”, sentenció Gross, acusando a Bullrich de mentir de manera
flagrante.
Según Gross, “la sensación”
que tienen es “de la pérdida de garantías para poder trabajar. Nosotros estamos
tratando de narrar una cuestión. Y esta mujer (Bullrich) está mintiendo sobre
lo que uno pudo ver con sus propios ojos y además pudo registrar. Eso hace que
sea una situación compleja para trabajar. Pero lejos de amedrentarnos, hoy
vamos a ser, creo yo, muchos más lo que vamos a estar registrando y tratando de
cuidarnos las espaldas entre nosotros”, sentenció.
Por último, Gross recordó que
con la ARGRA, vienen haciendo acciones concretas de repudio a la represión y
pidiendo por la vida de Pablo Grillo. “Ayer se hizo en el Hospital Ramos Mejía,
un ‘camarazo’. La semana pasada se hizo otro ‘camarazo’ en el lugar donde
ocurrieron los hechos. Y hoy de nuevo vamos a salir desde la ARGRA, acá en la
ciudad de Buenos Aires, marchando hasta el Congreso, donde se realizó este
cruento hecho, para contarle al mundo que acá en Argentina están avasallando
los principios fundamentales, no solo de la vida, sino de nuestro trabajo”,
concluyó.