Política
Corte Suprema: García Mansilla traicionó a Milei y votó contra Lijo
El máximo tribunal rechazó el pedido de licencia del juez federal para asumir como ministro de la CSJN, lo que obliga al magistrado renunciar a su cargo en los tribunales de Comodoro Py.

Este jueves, la Corte Suprema rechazó la licencia extraordinaria que pidió Ariel Lijo y ahora deberá renunciar como juez federal para poder asumir en el máximo tribunal, algo que el magistrado resiste porque tiene estabilidad en su cargo en los tribunales de Comodoro Py y no como ministro del supremo tribunal, donde el mandato vence en noviembre del 2025, a menos que obtenga acuerdo parlamentario para su designación.
Según el portal LPO, la novedad de la decisión es que el flamante cortesano Manuel García Mansilla votó en contra de los intereses de la Casa Rosada, cumpliendo con el Pacto de Talcahuano, es decir, que este último conformaría una nueva mayoría junto a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, aislando al ministro Ricardo Lorenzetti, que es el promotor de la designación de Lijo.
En este contexto, Lijo
esperará en su juzgado de los tribunales de Comodoro Py la definición del
Senado, que podría darle su acuerdo para que asuma como ministro de la Corte
Suprema, de manera legal, es decir, con el acuerdo parlamentario como lo
establece la Constitución Nacional. No estaría dispuesto a renunciar a su cargo
de juez federal para ocupar un lugar en la Corte, solo hasta fin de año, como
lo designa el presidente ultraderchista Javier Milei de manera inconstitucional.
Como es de público
conocimiento, el mandatario firmó un decreto simple designando a Lijo y García
Mansilla como jueces de la Corte violando la independencia de poderes al invocar
un artículo de la CN que habla de nombramientos de agentes que requieran
acuerdo parlamentario, y no de ministros del principal órgano del poder
judicial.
Según consigna el diario La
Nación, Lijo fue nombrado “en comisión” por el presidente Javier Milei el 26 de
febrero pasado. Presentó su pedido de licencia ante la Cámara Federal porteña,
que hizo lugar a su solicitud y elevó el trámite a la Corte Suprema, que es, en
rigor, quien define la concesión de las licencias que se extienden por más de
seis meses.
Los antecedentes estaban en
contra del pedido de Lijo, que pretendía que le otorguen la licencia en su
cargo como juez federal para asumir como ministro de la Corte hasta fin de año,
una maniobra que apuntaba a ganar tiempo para lograr el acuerdo parlamentario.
A García Mansilla le tomaron
juramento como ministro de la Corte Suprema el pasado 27 de febrero, pese a no
contar con acuerdo parlamentario, ser elegido “a dedo” por el presidente Milei e
ingresar “por la ventana”.
De acuerdo con el portal LPO,
la jura de García Mansilla fue una jugada de Rosatti para aislar a Lorenzetti.
Fuentes de los tribunales sostienen que todo indica que el académico se
acomodará al dúo que integran el presidente de la Corte y Rosenkrantz, lo que
implica que se mantendrá la mayoría que habían conformado con el anterior juez
de la Corte, Juan Carlos Maqueda, quien debió dejar su cargo al cumplir 75 años
de edad a fines de diciembre del 2024.
En la Corte argumentan que no había objeciones sobre García Mansilla y mencionan que hubo un amparo del CEPIS que no tuvo resolución por parte del juez Martín Cormick, un magistrado ligado a La Cámpora. Según declaró el propio Maqueda, días atrás en una entrevista con Radio Con Vos, la designación de García Mansilla, sería “legal”, aunque carece de legitimidad: todos los anteriores jueces de la Corte llegaron con el apoyo de los dos tercios del Senado.