Política
El gobierno aprobó Boleta Única de Papel, pero no pudo impedir la sanción de la Ley del Presupuesto Universitario
Para la reforma electoral, el oficialismo se impuso por 39 votos, con el apoyo de todos los senadores por Misiones. En contra votaron los 30 senadores del peronismo. Luego La Libertad Avanza cayó por 56 a 11 al votar el financiamiento de la educación superior, sin la vicepresidente Victoria Villarruel en el recinto. El “bullrichista” Goerling votó en contra de la iniciativa para garantizar el financiamiento de las universidades públicas.

En la noche del jueves en el Senado, el presidente Javier
Milei tuvo un sabor agridulce al aprobarse el proyecto que establece la Boleta
Única de Papel (BUP) para las votaciones nacionales, y luego, sancionarse el
proyecto que asegura al Financiamiento de las Universidades, una iniciativa que
el presidente ultraderechista vetaría, pese al masivo consenso social que tiene
esa medida.
Los funcionarios de la Jefatura de Gabinete, enviados a
monitorear la votación en el Senado, José Rolandi, Lisandro Catalán y María
Ibarzábal Murphy, se llevaron una fugaz victoria con la aprobación de la Boleta
Única de Papel (BUP), porque enseguida sufrieron una derrota demoledora con la
aprobación del presupuesto universitario.
De acuerdo con el portal LPO, el oficialismo pudo festejar con esa votación la circunstancial reconstrucción de la mayoría de 39 senadores contra el bloque peronista, que cuenta con 33 bancas pero este jueves tuvo 3 bajas: la rionegrina Silvina García Larraburu, el santiagueño Gerardo Montenegro y la catamarqueña Lucía Corpacci. El resultado remite al inicio del gobierno de La Libertad Avanza, cuando el senador Juan Carlos Romero se convirtió en arquitecto del armado con que la vicepresidente Victoria Villarruel despojó al kirchnerismo de las principales comisiones.
Fuentes parlamentarias dijeron a LPO que los enviados del
Poder Ejecutivo habían llegado al Senado con la misión de trabajar en los votos
para la BUP, pero aportaron poco y nada. El oficialismo había tenido
dificultades sistemáticas con el expediente electoral. Primero porque negociaba
modificaciones que no aceptaba o incumplía cuando se acercaba el momento de
sesionar y, más tarde, porque el senador Eduardo Vischi y su colega correntina
Mercedes Valenzuela rechazaban la ley por instrucciones del gobernador radical
Gustavo Valdés.
La oposición de Valdés tiene que ver con el sistema electoral
de la provincia mesopotámica que se basa, precisamente, en su profusa oferta de
colectoras. Sin embargo, esta semana cambiaron de opinión.
Así el Senado incorporó retoques sobre su versión original,
cuya discusión demandó meses de tensión alrededor del sistema a emular: al
principio la disyuntiva era entre el modelo cordobés y el santafecino, que no
incluía la opción de elegir boleta completa. La rionegrina Mónica Silva, exigía
que se optara por el modelo santafesino, porque igualaba las condiciones entre
los partidos políticos nacionales y los provinciales.
Finalmente, se adoptó el esquema mendocino, con sentido horizontal en la impresión de nombres y sellos en la boleta.
Pasada la medianoche, los senadores aprobaron el aumento del
presupuesto universitario para los últimos tres meses del año. El resultado fue
una aplastante victoria de la oposición por 56 votos afirmativos, 11 negativos
y una abstención: al peronismo y la UCR se sumaron los santacruceños, los
misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, Mónica Silva, Lucila Crexell, la
totalidad de los bloques de Unidad Federal y Cambia Federal.
Solo rechazaron la iniciativa los siete libertarios, la radical Mariana Juri y los macristas Martín Goerling, Carmen Álvarez Rivero, y Alfredo De Angeli. El “bullrichista” misionero no temió al costo político de votar en contra del financiamiento de las universidades nacionales, que, vale aclarar, sólo asegura el 10% del gasto de funcionamiento de las casas de altos estudios y no el 90% que corresponde a salarios y no está contemplado en este proyecto impulsado por el radicalismo.
Según las estimaciones de la Oficina de Presupuesto del
Congreso (OPC), el costo fiscal de esta ley ascendería a 738.595 millones de
pesos. Esa suma equivale a 0,14% del PBI (Producto Bruto Interno). De todas
formas, el presidente Javier Milei vetaría el proyecto, fiel a su gestión que
prioriza el equilibrio fiscal a costa del fenomenal ajuste contra jubilaciones,
salarios, salud pública y educación pública. Sin mencionar el recorte casi
total de la obra pública, con un fuerte incremento del costo de vida en
dólares, por la brecha entre la inflación y la devaluación del peso contra el
dólar oficial (del 2% mensual)
Al momento de la derrota del oficialismo con el financiamiento
de las universidades, la vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel, no
quiso aparecer, para que su imagen no ilustre la importante derrota
legislativa. Así, el senado libertario Bartolomé Abdala tuvo que afrontar la
caída desde el estrado.