La íntima amistad que poseían Pedro Puerta y Germán Kiczka es incontestable. Solo hace falta ver algunos videos de estos legisladores (este último ya sin fueros) para darse cuenta de su “afectiva” relación. Y porque es importante este vínculo. Lo es, simplemente porque el próximo eslabón a investigar es Pedro.

El lozano político no podía estar ajeno a lo que hacía su amigo Germán. Trabajaban juntos en la legislatura, en la radio (de dudosos papeles) montada en Apóstoles. Recorrían la provincia juntos, con lo que eso implica: viajes en el mismo coche, pernoctar juntos en algunas localidades cuando la noche acechaba; en fin, una serie de eventos que muestran sin duda la conexión directa y la intimidad que había entre ambos políticos del puertismo.

El hijo de Ramón Puerta, Pedro, no tuvo más remedio que tratar de despegarse del ahora prófugo exlegislador. El intento fue fallido. Desde su seno más íntimo hasta aquellos ajenos a la política y al puertismo, saben la familiaridad que había entre ambos.

Pero este vínculo no debería tener mayores inconvenientes. Además, cada quién hace lo que quiere de su vida privada. Pero cuando esa vida privada decanta en un delito contra menores, la observación de esa relación debe ser puesta bajo la lupa.

Recordemos que el primer procedimiento, enmarcado en una mega causa contra la pedofilia y la explotación sexual infantil, fue realizado en la casa familiar de los Kiczka en el barrio Illía, donde residían Leonardo (padre de los hermanos) y Sebastián, aunque en el lugar también se encontró una notebook Acer perteneciente al exdiputado, con nombre y fotografía suya registrada como usuario.

LA COMPUTADORA. El portátil fue clave para que la investigación se extienda hacia el exdiputado, dado que el informe pericial remitido a la Justicia concluye que el soporte informático almacenaba al menos 603 archivos Masi (material de abuso sexual infantil) y zoofilia con menores involucrados, tanto en fotos como en videos.

 Según el análisis digital, los archivos en cuestión fueron descargados y distribuidos en un marco de tiempo comprendido desde el 2 de diciembre de 2023 hasta el 10 de enero de 2024.

¿PEDRO NO SABÍA NADA? Según fuentes extra judiciales, el próximo eslabón a investigar es Pedro Puerta. “Es imposible que Pedro no sepa lo que hacía Germán Kiczka…”, dijeron.

Es tanta la seguridad que se tiene en esta hipótesis, que para poder relajar la tensión que por estas horas se viven en los juzgados penales de Apóstoles, cantan la canción: “Pedro, Pedro, Pedro, Pedro, ¡Pe! Te lo demostraré…”, estribillo de la trova de Rafaella Carra que se popularizo nuevamente en este siglo XXI gracias a las redes sociales.

CONCLUSIÓN. La vida privada, es privada. Pero cuando sos funcionario público, evidentemente deja de serlo. Y aquellos políticos, sean opositores o renovadores, deben tener una vida personal ordenada. Si esto no es así, a corto, mediano o largo plazo se nota, tiene consecuencias y la condena social, sobre todo, en este tipo de actos delictivos no los perdona. Y está bien que sean imperdonables, porque como dice la frase recurrente, remarcada y litigante, pero llena de verdad: “Con los chicos, NO”.