Política
Crisis en la Corte Suprema: Lorenzetti dijo que “nunca aceptaría ser designado por decreto”
El ministro del Supremo Tribunal se refirió a la situación de Manuel García Mansilla, que fue nombrado en comisión y cuyo pliego fue rechazado por 51 de los 72 senadores de la Nación. Y dejó a entrever que no avala la permanencia del juez sin acuerdo parlamentario.

Este viernes, luego de la histórica sesión del Senado de la Nación en la que fueron rechazados los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, nombrados “en comisión” por el presidente ultraderechista Javier Milei en la Corte Suprema, el juez del supremo tribunal Ricardo Lorenzetti consideró que la decisión de los senadores es “respetable” y que en su caso, “jamás aceptaría ser designado por decreto”.
Esta definición es clave porque García Mansilla ya juró como juez de la Corte Suprema y ahora pretende permanecer en el cargo pese a que su pliego fue rechazado por 51 de los 72 senadores de la Nación. El primer paso formal para esto, es el envío de una carta para que los restantes jueces de la Corte, es decir, Lorenzetti y sus pares Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, opinen sobre la situación que casi la totalidad de los constitucionalistas consideran insostenible.
Si bien aseguró que el futuro
de García Mansilla, dependerá de una decisión personal, Lorenzetti dejó clara
su posición al respecto: “Yo nunca aceptaría ser designado por decreto”. “Lo
primero que corresponde es dar tranquilidad a la población. La Corte es una
institución que va más allá de las personas que la integramos. Estamos
funcionando correctamente, se dictan sentencias, vamos a seguir haciéndolo más
allá de todas las opiniones”, sostuvo Lorenzetti ante la consulta de Eduardo
Feinmann en Radio Mitre.
De acuerdo con Infobae, el
juez argumentó: “Creo que más allá de las discusiones que pueda haber, lo
cierto es que funcionan las instituciones. El Senado opinó y eso es respetable.
Si uno analiza lo que se discutió ayer, se habló más del decreto que de los
candidatos. Si uno suprime mentalmente el decreto, la situación de los
candidatos hubiera sido distinta”, enfatizó el magistrado, uno de los
promotores de la postulación de Lijo para la Corte Suprema.
Ayer, el Senado rechazó los
pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, elegidos por el
Presidente para integrar la Corte Suprema de Justicia y designados por decreto “en
comisión” en el receso de verano, a tres días de que el Congreso retome su
actividad.
La Corte Suprema le tomó
juramente a García Mansilla, pese a que su designación no cumple con el
requisito constitucional del aval del Senado. En cambio, Lijo no juró porque pretendía
que le permitan asumir como ministro de la Corte, manteniendo su cargo como
juez federal, hasta tanto conseguir el aval parlamentario. Esto fue rechazado
por la Corte misma, con el voto de García Mansilla, Rosenkrantz y Rosatti.
En cuanto a si el ex decano
de la Universidad Austral debería renunciar, Lorenzetti comentó: “Yo no puedo
opinar porque son temas jurídicos. El doctor García-Mansilla es una persona
honorable, está trabajando con nosotros y él es el que va a pensar sobre esto,
es una decisión personal que él estará evaluando”, sostuvo.
“La Corte no tiene ningún
tema judicial para opinar y nosotros no damos opiniones de temas controvertidos
por radio, nosotros tenemos que ver si hay un expediente y ahí opinamos”,
contestó Lorenzetti ante la pregunta de Feinmann. “¿Pero usted qué hubiera
hecho?”, insistió el periodista.
Ante esa repregunta,
Lorenzetti aclaró: “Yo nunca aceptaría ser designado por decreto. Eso yo lo
dije en infinidad de oportunidades. Y además creo que hay que ser coherentes en
la vida. Yo lo dije muy claramente hace muchos años al presidente (Mauricio) Macri.
En ese momento éramos cuatro y le sugerimos que no era conveniente. Bueno,
ahora el Presidente (Javier Milei) tomó otra decisión y desde el punto de vista
del Poder Ejecutivo es entendible”, contestó el juez.
Las próximas horas serán
claves porque García Mansilla está acusado de prevaricato y podría enfrentar
denuncias penales si no renuncia al cargo para el que no cuenta con el aval
constitucional del Senado. Mientras que la Casa Rosada presiona a este juez
para que siga en el cargo, para que la derrota política no sea total, aunque
ello implique un problema muy grave en términos institucionales: los fallos
firmados por el juez designado “en comisión”, serán recusados de “nulidad”
desde el momento en que su pliego fue rechazado en el Congreso de la Nación.