Política
Milei negocia votar el pliego de Lijo en extraordinarias para la Corte y designar a García Mansilla por decreto
Según trascendió desde la Casa Rosada, el gobierno ultraderechista no acepta una ampliación del supremo tribunal o que no sea designado el catedrático del Opus Dei. Cómo votarían los senadores por Misiones.
Con la acordada de la Corte Suprema para que el ministro Ricardo
Lorenzetti no quede al frente del máximo tribunal durante la feria y las
declaraciones del presidente del órgano, Horacio Rosatti, anticipando que deberán
definir la suerte de designaciones de jueces por decreto, el presidente Javier
Milei dejó de lado la idea de nombrar a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla,
sin acuerdo del Senado.
En paralelo, el mandatario “anarco-capitalista” habría
habilitado a funcionarios de la Casa Rosada, para que negocien con los
senadores opositores y aliados el último intento para conseguir los dos tercios
de los votos en la Cámara Alta. Cabe aclarar que esta estrategia sólo sería
viable con Lijo, dado que el bloque de Unión por la Patria rechaza de plano la
designación de García Mansilla, a menos que se amplíe la Corte Suprema.
Como esta última alternativa pondría en riesgo una mayoría
oficialista que Milei pretende en la Corte –conformada por Lijo, García
Mansilla y Lorenzetti–, Milei estaría dispuesto a negociar la aprobación del
pliego de Lijo –que el kirchnerismo podría aceptar– y nombrar por un decreto inconstitucional,
al catedrático del Opus Dei.
Fuentes del Poder Ejecutivo señalaron al portal LPO, que
intentan aprobar los pliegos de ambos candidatos en sesiones extraordinarias,
pese al rechazo declarado del interbloque peronista liderado por José Mayans y
Juliana di Tullio. “Nosotros siempre tratamos de sacarlos por el Senado pero,
si no pasan o alguno queda en el camino, analizaremos el decreto”, explicaron
las fuentes del portal que lidera el politólogo Ignacio Fidanza.
En la Comisión de Acuerdos Constitucionales y con el aval de
la expresidenta Cristina Kirchner, el pliego de Lijo consiguió las 9 firmas
necesarias para su tratamiento en el Senado, aunque el dictamen no fue exhibido
públicamente.
El “poroteo” (recuento) indica que Lijo conseguiría al menos 8
votos de los 33 senadores kirchneristas –se anticipa que la camporista Stefanía
Cora jurará en reemplazo del peronista “con peluca” expulsado por contrabando,
Edgardo Kueider, cuando se reabra el Senado. Sin embargo, los 25 peronistas restantes,
a los que se sumarían senadores del PRO, de la UCR y hasta de libertarios como
el formoseño Francisco Paoltroni –, alcanzan para bloquear la designación de
Lijo.
De la negociación de los funcionarios “libertarios” con los
kirchneristas, dependería la suerte del pliego de Lijo, que ya dejó a entrever
que no quiere que lo designen por decreto, porque tendría que renunciar a su
cargo como juez federal y podría también ser impugnado como ministro de la
Corte, si Milei lo nombra sin acuerdo del Senado. Según trascendió en los
pasillos del Senado, el kirchnerismo está dispuesto a acompañar, o al menos, no
bloquear el pliego de Lijo, si se designa a una mujer en la Corte.
Quizás por la cuestión de género, el caso de García Mansilla
es más traumático para el oficialismo. Aunque fue presentado al asesor presidencial
Santiago Caputo por la secretaria de Planeamiento, María Ibarzábal Murphy, el
profesor de la Universidad Austral ni siquiera obtuvo los apoyos necesarios
para que su pliego llegue a recinto y es apuntado como un representante de las
petroleras en el mundo del Derecho.
En despachos judiciales comentaron a LPO que la posibilidad de
que se vote a Lijo en el Senado y se nombre a García Mansilla en comisión se
sustenta en la voluntad del gobierno por sostener “a los dos o ninguno”. “No
quiere canjear a García Mansilla (por una jueza mujer) ni ampliar (la Corte
Suprema)”, confiaron las fuentes de La Política Online.
Sin posibilidades de aprobar los pliegos de sus postulantes,
como lo dicta la Constitución, con los dos tercios de los senadores presentes,
Milei y el oficialismo se mostraron proclives a designar a Lijo y García
Mansilla por decreto. Esto fue rechazado por el bloque de UP que avisó que si
los designan así, convocarán a una sesión especial para rechazar los pliegos.
Y hasta Rosatti dijo en una nota con el periodista Carlos
Pagni, que todos los temas que se judicializan –incluida la designación de
ministros de la Corte– los termina definiendo el propio tribunal. Antes de su
jubilación a fines de diciembre, cuando cumplió 75 años, el exjuez de la Corte
Juan Carlos Maqueda cerró filas con Carlos Rosenkrantz y con Rosatti, contra
Lorenzetti, que es el verdadero promotor del pliego de Lijo.
Esa mayoría momentánea en la Corte, se preparó para resistir
eventuales embestidas del gobierno con dos acordadas: la que fijó que Rosatti y
Rosenkrantz custodiarían la feria, obturando la chance de que Lorenzetti
pudiera tomarle juramento a Lijo si lo designaba Milei en comisión, y la que
estableció un mecanismo que agiliza la intervención de conjueces para fallos en
los que no se arribe a una mayoría de tres votos.
Un diputado libertario, por su parte, recordó que el asesor
estrella de Milei había dejado trascender que designarían a ambos postulantes
por decreto. Incluso, indicó que el decreto “ya estaba redactado” pero que “Santiago
no se animó o Milei no lo dejó”.
Como sea, hay un consenso alrededor de Lijo que se explica por
los movimientos de los gobernadores para que sus legisladores aprueben su
pliego. En el caso de los misioneros, los renovadores Sonia Rojas Decut y
Carlos Arce, estarían dispuestos a acompañar a ambos pliegos propuestos por
Milei. Arce, incluso alabó el pliego de García Mansilla. Otra muestra de cómo
votarían los renovadores la dio el Superior Tribunal de Justicia de Misiones,
que difundió un comunicado a favor de ambos postulantes.
En cuanto a lo que definiría el senador Martín Goerling,
dependerá de su alineamiento político: si responde al presidente de su partido
Mauricio Macri, se opondría al pliego de Lijo –el exmandatario rechaza la
posibilidad de que el juez que tuvo en su despacho por años, la causa del
Correo Argentino–; pero si está encolumnado con la ministra de Seguridad
Patricia Bullrich, también acompañaría los dos pliegos impulsados por Milei.